No existe edad para poder cambiar las cosas, podemos tener cuatro años como ochenta.
De niños cuando algo no nos sale bien probamos otras estrategias y lo hacemos de la forma más natural; de adultos esto nos cuesta, tenemos ya ideas preconcebidas de como hemos de hace, sentir, o pensar sobre tal o cual cosa o situación. Esto hace que nos resistamos al cambio, nos quedamos anclados en nuestra zona segura (aquella estrategia que en un momento dado nos fue útil) y da miedo ir hacia nuevos horizontes, incluso ha veces nos decimos a nosotros mismos: "Es que soy así y a mi edad ya no puedo cambiar".
Pensar así es una "falacia" es una excusa para evitar arriesgarnos y darnos cuenta de que no podemos lograrlo, el miedo a no ser capaz es muy paralizante, y tambien lo es el miedo inconsciente al logro.
Me explico, de pequeños nos decian una y otra vez que no éramos capaces y mamá o papá u otro adulto corría dispuesto a ayudarnos, esto queda como una sentencia sobre todo si venia de los padres, "ellos son los mayores y saben lo que me conviene, ellos me cuidan... etc. " podemos estar con la creencia interna de que no podré lograrlo y además ¿Como voy a contradecir lo que decían ellos? con lo cual para ratificar que los mayores son los que saben y el niño interior que llevamos dentro era el que se equivocaba, nos saboteamos de forma inconsciente una y otra vez nuestra propia capacidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario