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jueves, 22 de febrero de 2018

MI SOMBRA TAMBIÉN PUEDE SER LUZ

Todos llevamos en nuestro interior un Dr. Jeckyll y un Mr. Hyde, una parte que nos gusta y la mostramos y otra parte tenebrosa que no queremos reconocer y la colocamos en un saco, en el inconciente. Todos tenemos una sombra, que se empieza a formar en la infancia mediante la educación, cultura, prohibiciones o sentimientos de verguenza...
Las emociones, reacciones, celos, rencores, tendencias suicidas o asesinas,etc. todas esas  conductas que consideramos negativas, o que nuestra cultura así lo dice, . se ocultan en el inconsciente y decimos que no somos así, negando esa parte oscura e identificándonos con la parte buena, obediente y admitida por la sociedad.
A cada situación negativa llenamos un poco más el saco invisible  de la sombra. cada persona y cada cultura llena el saco con distintas cosas. 
Negar la sombra y vivir creyéndonos ángeles no funciona, llega un momento que la sombra es tan grande y poderosa, nos hemos puesto tantas máscaras, que la fuerza de lo oculto sale de golpe, con fuerza y nos desconcertamos, decimos: "esa persona no soy yo".
La fuerza de la sombra forma una personalidad paralela oculta, que puede surgir en el momento menos oportuno. A la larga es menos perjudicial encontrar la propia sombra, reconocerla, asumirla, aceptarla como la otra cara de la moneda que somos nosotros, y poder utilizar toda esa energía tan fuerte y poderosa. 
Jung decía "que uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz, sino haciendo que aflore de forma consciente la oscuridad"
Podemos utilizar las emociones negativas, superar la verguenza, la culpa y reconocer nuestro lado oscuro para potenciarnos como personas. 
La escritura, los sueños, dibujo, la introspección, el preguntarnos que podemos aprender de ese sentimiento de rabia, rencor, celos, etc. nos ayudarán a reconocer nuestras proyecciones, negaciones y esa parte que rechazamos de nosotros mismos. 
" En la energia y oscuridad de la sombra está también nuestra fuerza y poder"