Nacemos en una familia, un lugar, con una cultura y con un equipaje sobre nuestras espaldas.
Cuando crecemos muchas veces formamos nuestro propio hogar, nuestros hijos, etc. pero, no nos olvidemos que seguimos siendo hijos de... somos hijas/os y somos padres-madres... por lo tanto, siempre estamos vinculados a otras personas.
El vínculo es un pilar fundamental en nuestra vida, y para mantener ese vínculo somos capaces de hacer consciente o inconscientemente cosas, de tomar decisiones, de sentir o de no tomar esas decisiones, de no sentir (congelarnos emocionalmente) . De forma inconsciente nos mantenemos fieles a unas tradiciones familiares, o nos rebelamos a ellas y entonces sentimos mala conciencia.
Miramos de acallar la conciencia mejorando, tratando de hacer muchas veces aquello que se espera de nosotros, con la esperanza de que nos querrán, nos admitiran de nuevo en el grupo.
¿Que ocurre entonces? que nos olvidamos de nosotros mismos, que no nos atrevemos a llevar una vida más feliz que la de nuestros padres, a tener mejor salud, a disfrutar del libre albedrío (aunque pensemos que si lo hacemos). Actuando de esta manera alteramos de forma inconsciente el sistema familiar y nosotros o las generaciones venideras pueden sufrir las consecuencias. Alteramos los "Ordenes del Amor (vínculo, equilibrio entre dar y tomar, y orden dentro del sistema).
A través de las Constelaciones podemos ver que dinámicas o alteraciones hay dentro de nuestro sistema de origen o propio, y mediante imágenes sanadoras y recolocando esos Ordenes del amor podemos fluir hacia la vida, el amor y la salud.
Ángela Martín
