Páginas

lunes, 3 de marzo de 2014

AMAR SIN ESPERAR NADA A CAMBIO

El amor en todas sus facetas (sentimental, fraternal, materno-paterno, universal, etc.) es el motor de la vida,
Venimos al mundo como resultado del amor entre dos personas, nacemos indefensos y necesitamos ser aseados, alimentados y cuidados sobre todo con amor. Somos uno de los cachorros de mamífero más indefenso.
Desde hace muchos años a través de estudios se sabe que un bebé puede morir de "marasmo" falta de cariño, de calidez. También que ha veces nos queda una sensación de abandono sin que nos hayan abandonado, simplemente porque el cariño que necesitábamos no nos lo supieron dar. Uno da lo que sabe y puede dar.

El amor cura y sana, pero también enferma. Cuando amamos desde una postura de amor sincero, maduro, adulto y tomamos nuestra responsabilidad, dejando para otros sus propias responsabilidades. Nos sentimos iguales con nuestros iguales  y pequeños con nuestros padres, abuelos, etc. entonces cada cual tiene su lugar y el amor es el motor de la vida, la intención de amar es como el aceite que mueve ese motor.

En cambio cuando creemos que amamos mucho, y por eso nos tienen que amar, mimar, cuidar... en resumen que por lo que amamos esperamos que nos amen, estamos coaccionando el propio amor y eso nos pone en un mal lugar dentro de nuestro sistema familiar y de vida. Damos esperando recibir y eso no da resultado, entonces nos sentimos víctimas de la situación y nos deprimimos o enfadamos con el mundo.

Si en nombre del amor que sentimos hacia nuestros padres, tomamos algo que no nos pertenece, o nos ponemos enfermos para asegurarnos que así mamá o papá vive para poder cuidarnos, tampoco nos va bien, ya que nos olvidamos de nosotros mismos.

AMAR SIN ESPERAR, AMAR Y SENTIR NUESTRO CORAZÓN Y EL DEL OTRO. CADA CUAL EN SU LUGAR Y A SU MANERA