Páginas

miércoles, 31 de agosto de 2011

Reequilibrarnos

El equilibrio lo encontramos tanto en lo bueno como en lo malo, en lo positivo o en lo negativo.
Cuando nos hacen daño y decimos"no pasa nada y perdonamos enseguida" nos situamos en un plano superior con respecto a la persona que nos ha dañado. Es como si dijéramos: "yo soy mejor que tu y por eso te perdono".  Sin embargo el dolor perdura en nuestro corazón y no nos sentimos en paz, perturbando la relación.


Solo es posible el reequilibrio cuando sentimos que se ha reparado la situación, Abrir el corazón al otro, informar del daño sufrido y ofrecer alguna forma de reparación, ha veces sentir del otro un simple "Lo siento, y te quiero a pesar del daño que te he causado" nos ayuda a olvidar la escalada del " Tu me haces, entonces yo te hago"
Reconocer, comprender y aceptar lo que sentimos es importante para saber reparar el daño causado o pedir una disculpa o reparación hacia nosostros.

lunes, 29 de agosto de 2011

APRENDER A CONOCERNOS, COMPRENDER Y ACEPTARNOS

Siempre es momento de aprender de las experiencias de la vida, de como somos, de lo que somos capaces de comprender, etc. y el periodo vacacional no es una excepción. Cuando planificamos las vacaciones, los días compartidos con las personas queridas inconscientemente tenemos espectativas, ha veces se cumplen y otras no. De esos momentos en que nos damos cuenta que las cosas no han sido como esperábamos podemos aprender y conocernos un poco más.
Por ejemplo nos podemos preguntar: ¿Que esperaba? ¿Que necesitaba en este momento? Muchas veces lo que nosotros necesitamos no es lo que necesitan las personas de nuestro alrededor, comprender esto es muy importante porque nos permite comprender al otro, saber aceptar y seguir amandolo sin enfado, sin sentirnos incomprendidos.
Dhiravansa en su libro "Retorno al origen" nos habla de nuestros perros dormidos, son nuestros Yoes (no nuestra Esencia) que cuando despiertan nos muerden interiormente y nos dañan o bien dañamos a los demás sin darnos cuenta. Uno de ellos es la ira, o rencor o enfado. En la vida cotidiana podemos parecer tranquilos, pacíficos o serenos. Y en un momento dado, aparece un estímulo que despierta este Yo de ira, dañado por la circunstáncia, la decepción o el no haber cubierto una necesidad y nos muerde, entonces podemos reaccionar con rabia hacia una persona o cosa. Según Dhiravansa lo que nos falta es amor, compasión, comprensión y un aceptar incondicional de los seres humanos.
Cuando entramos en la aceptación de la situación, en el amor hacia ello, la negatividad se disuelve, siendo imposible experimentar a la vez sentimientos de odio y amor a la vez. Por tanto, recomiendo practicar el AMOR UNIVERSAL COMO ANTÍDOTO ANTE NUESTROS YOES NEGATIVOS, ANTE LAS SITUACIONES QUE NOS MUERDEN Y NOS DAÑAN.
Angela Martín