Páginas

domingo, 11 de diciembre de 2011

INCOHERENCIA Y EDUCACIÓN

Muchas veces sin darnos cuenta decimos a nuestros hijos o hijas lo que deben hacer y nosostros estamos actuando de forma contraria. Por ejemplo cuando les decimos que se cuiden y nosotros no lo hacemos, o bien que coman sano, no fumen, etc.  Es importante encontrar esos minutos para pensar y darnos cuenta si lo que pensamos coincide con lo que sentimos y con nuestra forma de actuar, la mayoria de veces encontramos que lo que hacemos va en contra de lo que sentimos, hacemos cosas porque consideramos que las debemos hacer, que es lo que se espera de nosotros... decimos que estamos bien con cara triste, llenos de preocupaciones y sin embargo seguimos sonriendo, manifestando que todo va bien.
¿A quien queremos convencer? ¿tenemos miedo de no ser como se espera de nosotros? quizas un poco de todo eso. Si reflexionamos y nos damos cuenta de nuestra incoherencia, podremos cambiar y alinear nuestro modo de pensar, sentir y actuar, de esta forma además de sentirnos mejor con nosotros mismos, damos un modelo y una enseñanza de coherencia que en el futuro nuestros predecesores nos agradecerán ya que les enseñamos a ser un poco más personas y enfrentar en mejores condicines la vida
Aprender 

2 comentarios:

Mª Carmen Navarro dijo...

Excelente reflexión, Ángela: no somos coherentes y andamos "aconsejando u aleccionando" a los que se supone estamos enseñando!
Entiendo que hemos aceptado unas normas y que éstas, sin cuestionárnoslas, las vamos transmitiendo a los nuestros. Parece que tengan más criterio otros que nosotros mismos del cómo interpretar nuestras propias vivencias...
En cuanto a cuando decimos que estamos bien, sin estarlo y mostrándolo morfológicamente, a veces sucede que no tenemos ganas de compartir, más que por la crítica, por el aspecto de desear una paz interior sin interferencias, algo así como una experiencia que queremos solventar desde nuestras propias creencias. Esto lo considero a corto plazo, pues una tristeza que no se dice con un proceso de duelo satisfactorio (respetando sus etapas), puede incidir en un hermetismo que no nos permita crecer.
Un abrazo!

Creceryvivir dijo...

Es cierto que aceptamos normas muchas veces sin cuestionarlas, sin embargo al crecer nos podemos preguntar si tal o cual norma es adecuada para nosotros y tomar nuestro camino. Para ello necesitamos algo de valor y un poquito de curiosidad ante lo desconocido.
Referente al aspecto de buscar un silencio una paz interior sin interferencias lo podemos hacer igual manifestándo nuestro sentir y si nosotros respetamos como nos sentimos los demás tenderán también a respetarlo, lo importante es no tener verguenza y miedo a que no nos quieran o nos dejen por tener un determinado sentir que socialmente no guste.
Muchas gracias por tu aportación. Un beso.